Descripción
Son parecidos y de la misma familia de las patatas, pero son más alargados y su carne es blanca o anaranjada. Se pueden asar y su sabor es, a la vez, salado y dulce.
El boniato tiene un sabor entre la patata, la zanahoria, la castaña y las almendras, y un paladar dulce entre zanahoria y calabaza.
Tiene más vitaminas que sus hermanas las patatas y es el único alimento con pocas calorías que dispone de una alta concentración en vitamina E.
El boniato, es tan rico en antioxidantes que se compara con las algas. Hay que elegir las variedades anaranjadas que tienen, además, beta-carotenos en abundancia.
El consumo habitual de alimentos ricos en vitamina E, como el boniato, está asociado a un menor riesgo de padecer todo tipo de cánceres, apoplejías y problemas de corazón.
Su alto contenido en potasio contribuye a normalizar la hipertensión arterial.
Es fácil de digerir y tan altamente nutritivo que debe tener un puesto de honor en las dietas vegetarianas.
Contribuye a deshacer los residuos tóxicos, ya que se une a los metales pesados facilitando la evacuación del organismo
Las personas con problemas de visión, sobre todo nocturna, deben tenerlo en cuenta a la hora de planificar su dieta.
El boniato tiene un sabor entre la patata, la zanahoria, la castaña y las almendras, y un paladar dulce entre zanahoria y calabaza.
Nunca debe comerse crudo. Como en el caso de la patata, normalmente se asa o se cuece entero y con la piel, que después se retira, aunque también puede pelarse previamente.
Para mejorar su conservación, a veces se le aplican ceras o productos similares por que se recomienda desechar la piel
Puede probarse en sopas y cremas; templado o frío en ensalada, con legumbres y en pucheros y potajes de todo tipo. Combina bien con platos de caza, carnes rojas y con quesos, tomado como postre.
El boniato, una vez asado puede conservarse bien durante varios días en el frigorífico y es un magnífico tentempié para los niños.
A la hora de comprarlos se deben elegir con la piel en buen estado, sin heridas, golpes ni magulladuras, pues si ha comenzado a deteriorarse, aunque se sanee la parte dañada, el resto también tendrá mal sabor.
Deben estar firmes y manipularse con cuidado, sin golpearlos. No deben dejarse en bolsas de plástico y se guardan en un sitio algo húmedo, ventilado y fresco, donde podrán conservarse hasta una semana.
