Guisantes

A la hora de escoger los guisantes hemos de comprarlos con su vaina firme y fresca, sin que estén marchitados, cuanto más grande sea el guisante la planta será menos tierna. El guisante, en el interior de una bolsa de plástico puede aguantar sin problema unos tres días en la nevera.

Descripción

Los guisantes son la semilla comestible de la planta Pisum sativum, es de sabor dulce y suave, siendo los guisantes secos menos sabrosos.

Se trata de una planta anual herbácea. Según las variedades, desde que nace hasta que inicia la floración, suele transcurrir entre 90 y 140 días y la mejor época para su consumo es el periodo de noviembre a marzo y también, según las variedades, en los meses de octubre y abril.

El guisante es rico en proteínas, y contiene vitaminas A, C y sales minerales, potasio, hierro, cinc y ácido fólico. Es el alimento más rico en vitamina B1 y tiene un 5% de fibra.

Se pueden consumir tiernos o secos. Actualmente es más habitual el consumo en fresco, a menudo congelado. Se suelen cocer por ebullición pero para conservar todas las vitaminas es preferible el consumo crudo o escaldado.

Según el crecimiento de la planta el guisante se clasifican en:

  • Variedad de guisante enana: en el que su tallo no sobrepasa los 90 cm de longitud.
  • Variedad de guisante con crecimiento indeterminado: en esta variedad, el tallo sobrepasa 1 metro y en a veces puede llegar hasta los 2 ó 3 metros.

También hay otras variedades precoces, que necesitan menos días entre la siembra y la fructificación y otras más tardías, que inician la fructificación más tarde.

El guisante puede comerse de todas las formas posible. Podemos encontrarlos en recetas tan variadas como purés, sopas, hervidos con un buen aliño. El guisante es muy habitual en la paella y se usa también como relleno de empanadas y empanadillas, en guisos, menestras, etc.

A la hora de escoger los guisantes hemos de comprarlos con su vaina firme y fresca, sin que estén marchitados, cuanto más grande sea el guisante la planta será menos tierna. El guisante, en el interior de una bolsa de plástico puede aguantar sin problema unos tres días en la nevera.

Otra opción para su conservación seria congelar los guisantes frescos, hirviéndolos previamente.

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