Tomates

El tomate es uno de los alimentos más populares en Europa, debido en parte a su versatilidad y su facilidad para combinarse bien con una amplia variedad de alimentos y de hierbas aromáticas.

Aunque podemos encontrar los tomates durante todo el año, los de mejor calidad, sobre todo para ensalada, son los que se recolectan en los meses de verano.

Descripción

El tomate es uno de los alimentos más populares en Europa, debido en parte a su versatilidad y su facilidad para combinarse bien con una amplia variedad de alimentos y de hierbas aromáticas.

En España se produce anualmente mas de 4.000.000 toneladas de tomate, y las comunidades de mayor producción son: Andalucía, Extremadura, Canarias y Murcia.

Aunque podemos encontrar los tomates durante todo el año, los de mejor calidad, sobre todo para ensalada, son los que se recolectan en los meses de verano.

Según su uso, forma y tamaño podemos clasificar casi cien variedades de tomates y todas ellas se dividen en tomates para cocinar y tomates para ensalada.

Tomates para ensalada:

  • Dan-Ronc: es una variedad representativa del tomate de ensalada, muy lleno y carnoso.
  • Monserrat: su forma es lobulada y buen tamaño. Es un tomate bastante vacío pero muy apreciado por su sabor.
  • Cereza o Cherry: esta variedad es de pequeño tamaño, rojo y redondo y su piel es fina, con un sabor dulce y agradable.

Tomates para cocinar:

  • Daniela: variedad típica de tomate maduro, tiene forma esférica y es un tomate muy jugoso.
  • Tomate Pera: con mucha proporción de carne, son tomates muy sabrosos y aromáticos, siendo muy indicados para conservas, salsas y purés.

Otra clasificación según su forma, seria:

  • Tomate carnoso: es de forma redondeada o semiesférica y con estrías.
  • Tomate cereza o Cherry: tomate de pequeño tamaño, rojo y redondo
  • Tomate pera: muy aptos para elaborar conservas, salsas y purés.
  • Tomate redondo: son de color rojo, redondos y de superficie lisa, aunque también los hay amarillos. Suelen ser variedades de sabor dulce y piel gruesa.

Si se va a consumir crudo, conviene lavarlo con abundante agua o pelarlo.

Para pelar un tomate, que luego se va a cocinar, se puede utilizar un cuchillo o se le practica un corte en forma de cruz en la base y se le sumerge en un cazo con agua hirviendo durante unos instantes. Cuando la piel comience a levantarse, se saca, se refresca con agua fría y basta con tirar con suavidad de ella para obtener un tomate crudo pelado y listo para utilizar.

Además de consumirse crudo, tanto en ensaladas como en zumos, o como guarnición, se puede cocinar a la plancha, relleno, rebozado, al horno con un poco de perejil, ajo picado y un chorrito de aceite de oliva virgen, frito, etc.

Si prefiere los tomates bien maduros, tiene que elegir aquellos que tengan un color rojo vivo, de piel lisa y blandos al tacto.

Si los prefiere menos maduros, debe optar por los más firmes, con color rosado, cercano al rojo. Se han de rechazar los ejemplares demasiado blandos, muy maduros o con magulladuras y los que presenten manchas.

Su conservación en el frigorífico evita que maduren con rapidez pero afecta a su sabor. Es mejor conservarlos en un lugar fresco pero no bajo la luz directa del sol.

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